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Castlevania: Lords of Shadow

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Raul Sosa

Lejos del ajetreo de las populosas ferias y presentaciones, por fin tenemos la oportunidad de probar tranquilamente en la redacción de 3DJuegos el prometedor Castlevania: Lords of Shadow. De esta exploración con calma y detalle de la última beta del videojuego se pueden extraer muchas conclusiones. La principal es que el primer Castlevania puramente Next-Gen tiene un aspecto inmejorable.

Los chicos de Mercury Steam, responsables del más que notable Clive Barker's Jericho, saben rodearse de buenos consejeros para sus producciones, y si en el anteriormente mencionado shooter contaron con la colaboración del propio escritor de terror, para Lords of Shadow han tenido a su lado al siempre apasionante Hideo Kojima.

Castlevania no se parece en nada a un Metal Gear, pero sería absurdo pensar que todos los proyectos del creativo nipón se iban a parecer a las aventuras de Solid Snake. Lords of Shadow sabe encontrar su propia personalidad en un género tan dado a los clichés y a la repetición de patrones como es el del Hack and Slash, y lo logra con una experiencia tremendamente cinematográfica.

Los Dueños de la Noche
La demostración que hemos tenido oportunidad de probar da comienzo con un combate a cara de perro entre nuestro protagonista y diferentes criaturas, por su apariencia presumiblemente hombres lobo. Las luchas se alternan con agilidad gracias a los controles tradicionales de los que hace gala Lords of Shadow.

Así con el botón izquierdo del pad efectuamos el ataque normal, con el superior el fuerte y con el botón inferior saltamos. Hasta aquí todo de lo más clásico, lo que sorprende sin embargo es la forma en la que se ha solventado cómo agarramos a los enemigos. En el momento en que estamos lo suficientemente cerca de un oponente, podemos tirar del gatillo derecho del pad para agarrarlo y entonces dos círculos concéntricos aparecerán en pantalla y uno, el más grande, se irá estrechando hasta entrar dentro del pequeño. Ahí residirá el momento de destreza que deberemos demostrar, y es que deberemos apretar el botón adecuado justo en el momento en el que las dos circunferencias se superpongan.